Hoy damos gracias a Dios por la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de no dejar que la administración presidencial termine con el programa DACA. Hemos sido testigos de la incertidumbre de muchas familias durante estos meses y de los efectos que esto ha tenido. Por eso, estamos agradecidos.
En especial, a nombre de todos los miembros de las Comunidades Hispanas Ignacianas, le damos las gracias a las parroquias jesuitas, párrocos, y sus miembros. Las parroquias ayudaron a un sinnúmero de personas a completar sus aplicaciones a DACA, a recaudar fondos para eso, y a acompañar a las familias que no sabían qué hacer. Muchas gracias.
Gracias, también, a la Oficina de Espiritualidad Ignaciana, y todo su staff. Con su apoyo y oración, las Comunidades Hispanas Ignacianas han florecido y han movido a hombres y mujeres a preguntarse cómo su fe les mueve a la acción.
Gracias, también, a los Provinciales Jesuitas, que desde el comienzo se han manifestado en favor del programa DACA y han estado en contacto con los legisladores. En particular, gracias a los Padres John Cecero S.J. y Robert Hassey S.J. de las Provincias del Noreste y de Maryland.
Gracias, también, a la Asociación de Universidades Jesuitas de los Estados Unidos, que siempre ha apoyado el programa DACA y motivado a universidades jesuitas a ayudar a jóvenes DACA a ingresar a esas casas de estudio.
Gracias, también, a la Red de Solidaridad Ignaciana (ISN), que ha movilizado a adultos y jóvenes de la familia ignaciana en defensa de DACA por los últimos años. La Red ha educado a miles de hombres y mujeres en la importancia de unir fe y justicia.
Queda mucho por hacer. Hay que continuar luchando por proteger no sólo a los beneficiarios DACA, sino a sus familias. Tampoco tenemos que olvidarnos de aquellos que están buscando asilo y han encontrado las puertas cerradas en nuestras fronteras.
Nuestra fe es una fe en acción. Nuestro camino ignaciano es un camino de justicia. Como familia ignaciana, días como este son un recordatorio que como cuerpo en comunión con Jesucristo somos capaces de hacer grandes cosas, de vivir el “magis” en la búsqueda y construcción del Reino de Dios.
Que Dios nos bendiga,
Carlos Aedo (Director de Ministerios Hispanos) y Zandra Schiemann (Coordinadora de Programas Hispanos)
EN TODO AMAR Y SERVIR