Homilía del P. Tom Feely SJ

Publicamos la homilía del P. Tom Feely S.J. durante la misa mensual por las intenciones de las Comunidades Hispanas Ignacianas. Muchas gracias al Padre Tom por permitirnos publicar sus palabras sobre la responsabilidad cívica.

Hay un matiz irónico de la respuesta que Jesús les ofrece a los fariseos que a lo mejor no entendemos porque no conocemos la moneda que le dieron a Jesús. Es probable que la inscripción se lea así: divus Tiberius Caesar o Tiberio César dios.

En tiempos de Jesús, poca gente, a excepción de los judíos, creían en un solo Dios. Todos adoraban a múltiples dioses, y había provincias del imperio romano donde rendían culto al emperador semejante al culto rendido a los otros dioses.

Las palabras de Jesús al devolverles a los fariseos la moneda, les recuerda que al hacer uso de la moneda inscrita a César dios, efectivamente estaban rechazando al Dios verdadero y prefiriendo a un ídolo.

¿Cuáles eran los atributos de los dioses romanos entre los cuales figuraba César? Los mitos que los autores romanos relatan nos presentan dioses adictos al poder, celosos, vengativos, faltos de lealtad y poco fieles a sus promesas. Eran mentirosos, tan sólo diciendo la verdad cuando la verdad promoviera sus intereses, y muchas veces la verdad que decían resultaba ser casi mentira por ser torcida. No les importaba el bienestar humano ni en lo más mínimo. Por eso, la gente les ofrecía culto solo para conciliarlos, no por amor.

Los valores que regían al imperio eran los valores que los dioses manifestaron: poder, ventaja, conveniencia, falsedad y desprecio a los demás. Como a los dioses, al emperador y a sus agentes no les importaban los intereses de sus clientes menos aun los de los pueblos que oprimían. Sólo les importaban sus propios intereses y caprichos.

En nuestra primera lectura, el profeta Isaías nos ofrece un elogio a un emperador cuyos atributos son muy distintos a los de los emperadores dioses de los romanos.

Los judíos desterrados por la caída de Jerusalén al ejército babilónico habían cumplido sesenta años de exilio en Babilonia cuando Ciro, emperador de Persia, se apoderó del imperio babilónico.

Al conquistar Babilonia, Ciro permitió a los judíos que así desearan volver a Judea, tomar posesión de sus terrenos heredados y reconstruir Jerusalén. No solo eso, sino Ciro nombró a gobernadores judíos para Judea, esperando que ellos protegieran los derechos del pueblo con más equidad y dedicación que los gobernadores persas. Pero lo que más ganó a Ciro los corazones de los judíos fue su decisión de dejarles reconstruir el Templo y de darles dinero y materiales para hacerlo.

Le impresionaron a Isaías las virtudes de Ciro como emperador. A Ciro le importaba el bienestar de sus súbditos judíos. Quería proporcionarles la paz y la seguridad, e intentó asegurarles la justicia. Más importante que nada, Ciro no se consideraba dios sino siervo de Dios. Las circunstancias no permitían que los judíos tuvieran rey de su sangre, pero recibieron a Ciro como emperador con alegría porque encontraban en él todas las virtudes que hubieran esperado de un rey del linaje de David.

Es casi seguro que no todos los emperadores romanos eran tan inmorales como los dioses a quienes el pueblo romano rindió culto, y es absolutamente cierto que Ciro no poseía todas las virtudes que Isaías le atribuye. Estos retratos que les he ofrecido son caricaturas que delinean dos extremos. Políticos de carne y hueso siempre caen entre estos extremos. Sin embrago, unos son más César que Ciro y otros más Ciro que César.

En estos días en que estamos preparándonos para las elecciones federales, los integrantes de las comunidades hispanas ignacianas estamos tomando conciencia sobre nuestra responsabilidad cívica. Estamos examinando desde el punto de vista de los valores del evangelio, así como debemos, los proyectos y los planes que los candidatos proponen, pero también es nuestro deber evaluar a los candidatos según los mismos criterios.

Nuestra responsabilidad cristiana nos impone el deber de elegir a hombres y mujeres que son más Ciro que César, no más César que Ciro, porque las calidades de quienes nos gobiernan son de igual importancia que las políticas que favorecen y los programas que esperan poner en práctica. Como nos dice Jesús, no podemos esperar fruto bueno de árbol que no lo es.

Políticos estilo César que desean poder y ventaja y siguen la ruta de conveniencia, falsedad y desprecio a los derechos de los marginados y apoyarán políticas que reflejan los valores del evangelio sólo cuando les convenga. Políticos estilo Ciro a quienes les importan la justicia y los derechos de todos no siempre apoyarán propuestas de ley que a nuestro parecer mejor reflejan los valores del evangelio, pero tomarán decisiones de buena fe, y la persona que gobierna así es al fin y al cabo el mejor líder.

Así que, acercándonos a las elecciones del mes que viene, pidamos al Espíritu Santo la gracia no sólo de elegir a candidatos que apoyan políticas que reflejan los valores del evangelio sino de elegir a candidatos cuyas vidas reflejan esos mismos valores porque las características de las personas que nos gobiernan son de igual importancia que los programas que prometen implementar.

EN TODO AMAR Y SERVIR


Vigilia Ignaciana Global por la Creación: Respirando Juntos/as

Hoy, en nuestro mundo herido, estamos luchando por respirar. Hemos roto el equilibrio entre Dios, la creación y la humanidad, y estamos experimentando las consecuencias de esa falta de armonía en nuestro clima cambiante.

Los pulmones de nuestro mundo -la selva amazónica, la cuenca del Congo y los bosques boreales asiáticos- están literal y figurativamente en llamas.

Sus habitantes están pidiendo justicia a gritos. Únanse a la familia jesuita en la oración y la acción por la justicia. Nuestra vigilia será transmitida en vivo el 25 de septiembre a las 8 PM de Manila, Roma y Nueva York. Elija su hora y sintonice la transmisión en vivo en el Youtube global de los jesuitas.

EN TODO AMAR Y SERVIR

Día de Oración por La Paz en nuestras Comunidades

Hoy miércoles 9 de septiembre, los obispos de los Estados Unidos nos invitan a un Día de Oración por La Paz en nuestras Comunidades. Le pedimos, entonces, a María que nos ayude a caminar por la paz y así luchar por el fin de la discriminación y el racismo:

María, amiga y madre de todos,
a través de tu Hijo Dios ha encontrado un camino
para unirse a todos los seres humanos,
llamados a ser un solo pueblo, hermanas y hermanos entre sí.

 Pedimos tu ayuda al recurrir a tu Hijo, buscando el perdón
por las veces en que hemos fallado en amarnos y respetarnos.

Pedimos tu ayuda para obtener de tu Hijo
la gracia que necesitamos para vencer
el mal del racismo y construir una sociedad justa.

 Pedimos tu ayuda para seguir a tu Hijo,
para que el prejuicio y la animosidad
no infecten ya nuestras mentes o corazones
sino que sean reemplazados por el amor
que respeta la dignidad de cada persona.

 Madre de la Iglesia, el Espíritu de tu Hijo Jesús
alienta nuestros corazones: Ruega por nosotros.

 Amén.

EN TODO AMAR Y SERVIR

Día 5: En Todo Amar y Servir

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Hoy el el último día de nuestra Semana Ignaciana. Con un corazón agradecido y humilde, comencemos nuestra oración con la siguiente canción.

Si lo desea, puede escuchar las oraciones y la reflexión en audio aquí.

Oración Inicial

Señor, enséñame a ser generoso.
Enséñame a servirte como tú mereces,
a dar sin calcular el costo,
a combatir sin reparar en las heridas,
a trabajar sin buscar el descanso,
a sacrificarme sin esperar otra recompensa,
que saber que he cumplido tu santa voluntad. Amén

Reflexión

Hoy, 31 de julio, estamos de fiesta. La iglesia universal celebra al modelo inspirador de nuestra vida cristiana, San Ignacio de Loyola. Podríamos decir tantas cosas sobre la Espiritualidad Ignaciana, sobre los jesuitas, sobre sus obras y sobre otros santos y santas inspirados por el ejemplo de Ignacio. Pero hoy no es necesario. Lo que más nos importa es que se nos llena el corazón de gratitud porque el modo de proceder de Ignacio nos ayuda en nuestro seguimiento de Jesús y en la construcción del Reino.

A fin de cuentas, lo que es fundamental es nuestro deseo firme de convertirnos en discípulos de Jesucristo en la vida cotidiana, en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestras comunidades, en nuestro alrededor. Como Jesús, y como Ignacio, no le tenemos miedo al mundo.

Al contrario, encontramos en él un camino hacia Dios. A veces se nos hace difícil, pero tenemos la certeza que nuestra vocación de bautizados y bautizadas nos da herramientas para encontrar a Dios en todas las cosas. El don del Espíritu, que habita en nosotros, nos abre los corazones, la mente, los ojos y los brazos para experimentar la presencia de Jesús en nuestro caminar por este mundo.

¿Y si nos preguntamos? ¿Dónde encontramos a Jesús hoy? Si contemplamos el mundo, ¿dónde está nuestro Señor? ¿Hay algo que yo puedo hacer para que otras personas sientan la presencia de Jesús?

O siguiendo la indicación del mismo Ignacio en los Ejercicios, hoy podemos rezar ante la cruz preguntándonos: ¿qué he hecho por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué haré por Cristo?

En días como este estamos agradecidos por haber recibido el regalo de la Espiritualidad Ignaciana. Pero al mismo tiempo, el agradecimiento nos mueve a renovar nuestro compromiso de seguir a Jesucristo, pobre y humilde, en el día a día. Como tantos hombres y mujeres que comparten esta espiritualidad, hoy decimos como comunidad ignaciana: en todo amar y servir.

Oración Final

Toma, Señor, y recibe
toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento, y toda mi voluntad;
todo mi haber y poseer.
Tú me lo diste, a ti, Señor, lo devuelvo.
Todo es tuyo, dispón de todo, según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia, que esta me basta. Amén.

SI AYER NO PUDO SER PARTE DE NUESTRA ORACION COMUNITARIA BILINGUE, PUEDE VERLA EN ESTE VIDEO:










Día 4: Una Sola Comunidad Ignaciana

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En la víspera de la Fiesta de San Ignacio de Loyola, nos reuniremos (en línea) para rezar como una sola comunidad Ignaciana y pedir por la sanación, la justicia y la paz.

Únase a nosotros en un servicio de oración bilingüe hoy a las 7.00 pm. Todos quienes hemos sido inspirados por San Ignacio de Loyola, nos reuniremos y rezaremos juntos. Nuestro servicio de oración será guiado por los líderes de todas las iniciativas apostólicas de la Oficina de Espiritualidad Ignaciana: Ministerio Ignaciano con Jóvenes Adultos, Comunidades Hispanas Ignacianas, Directores Espirituales, y Formación Ignaciana.

¡Todos son bienvenidos!

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Día 3: Seguir a Jesús en la Pena y en la Gloria

Inicio

Comenzamos el tercer día de esta Semana Ignaciana con una canción que nos ayudará a entrar en oración.

Si lo desea, puede escuchar las oraciones y la reflexión en audio aquí.

Oración Inicial

Oh, Jesucristo,
que tu muerte sea mi vida;
tu trabajo, mi descanso;
tu debilidad humana, mi fortaleza;
tu confusión, mi gloria.

San Pedro Fabro, S.J

Reflexión

Cuando San Ignacio quiso ir a Jerusalén a seguir lo pasos de Jesús, y vivir por siempre en penitencia, tuvo que cambiar de planes una y otra vez. Por esta razón, muchos lo han llamado el “Santo patrón del plan B”.

Podemos darnos cuenta también, que no solamente se sigue a Jesús en sus momentos de gloria y que nos dan consuelo. También lo seguimos en los momentos de pena y que nos causan dolor y angustia.

Ambos momentos tienen el mismo valor, siempre y cuando, nosotros aprendamos y nos quedemos con lo positivo de cada uno y podamos sentir la presencia de Dios muy cerca de nosotros.

Pidámosle hoy al Señor que nos conceda la gracia de conocerlo más profundamente para amarlo y seguirlo en las penas y en la gloria.

Oración Final

Toma, Señor, y recibe, 
toda mi libertad, mi memoria, 
mi entendimiento, y toda mi voluntad; 
todo mi haber y poseer. 
Tú me lo diste, a ti, Señor, lo devuelvo.
Todo es tuyo, dispón de todo, según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia, que esta me basta. Amén

Día 2: Los Deseos en la Espiritualidad Ignaciana

Inicio

Comenzamos el segundo día de esta Semana Ignaciana con una canción que nos ayudará a entrar en oración.

Si lo desea, puede escuchar las oraciones y la reflexión en audio aquí

Oración Inicial

Pido al Padre que me dé conocimiento interno de tanto bien recibido, para que reconociéndolo yo eternamente, pueda en todo amar y servir a su divina majestad. (Ejercicios Espirituales, n.233)

Reflexión

San Ignacio aprendió a escuchar a Dios en su interior. Poco a poco fue aprendiendo que Dios puede comunicarse con nosotros por medio de lo que deseamos, queremos, e incluso, imaginamos 

Ignacio lentamente se percató de que algunos de sus deseos lo dejaban desolado y otros lo dejaban consolado. Cuando experimentaba el deseo de imitar las aventuras de a los héroes de caballería, no se sentía muy bien, y como que se alejaba de Dios. Pero cuando sentía deseos de imitar la vida y el fervor de los santos, su espíritu se llenaba de fuerza, ánimo y entusiasmo. 

Cuando Ignacio fue creciendo en su vida espiritual, se dio cuenta que algunos deseos venían del mal espíritu y otros de Dios –o el buen espíritu. Dios lo iba tratando como un maestro a un niño de escuela, enseñándole a distinguir el origen de sus deseos para así prestar atención a los que le ayudaban a vivir una vida más al modo de Jesús. 

Algunas veces los deseos tienen apariencia de bien, pero en el fondo no nos ayudan a crecer en nuestra vida espiritual y nos alejan de nuestro Dios. A primera vista pueden parecer generosos, buenos, admirables. Pero mirándolos con detención, con la gracia de Dios, nos podremos dar cuenta de su verdadera realidad. 

Nuestra imaginación y nuestros deseos son parte de nuestra experiencia diaria. No podemos ignorarlos. Nos ayudan a encontrarnos con Dios. Nos mueven a acercarnos a Jesús y a los demás. Por eso, hoy los invitamos a prestar atención a sus deseos. 

Dediquemos algo de tiempo a pensar en lo que queremos y deseamos para nuestras familias, el país, nuestras comunidades, nuestra fe, nuestra vida espiritual.

Usemos la imaginación. ¿Podemos hacer una lista de esos deseos? ¿Cuáles de esos deseos vienen de Dios? ¿Cuáles no? ¿Qué deseos nos producen consolación? ¿Cuáles nosproducen desolación? ¿Cuáles nos motivan a vivir una vida como la de Jesús? 

Hoy pedimos, por la intercesión de San Ignacio de Loyola, la gracia de seguir caminando junto a Dios movidos por nuestros santos deseos. 

Oración Final

Toma, Señor, y recibe,
toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento, y toda mi voluntad;
todo mi haber y poseer.
Tú me lo diste, a ti, Señor, lo devuelvo.
Todo es tuyo, dispón de todo, según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia, que esta me basta.
Amén.



Día 1: Para Qué somos Creados

Inicio

Hoy iniciamos una semana en la que celebramos la Festividad de San Ignacio de Loyola. Tendremos reflexiones diarias y un servicio de oración bilingüe este jueves a las 7 pm. Todos están bienvenidos.

Comenzamos el primer día de esta Semana Ignaciana con una canción que nos ayudará a entrar en oración.

Si lo desea, puede escuchar las oraciones y la reflexión en audio aquí.

Oración Inicial

Oh espíritu de Dios, te pedimos que orientes
todas nuestras acciones con tus inspiraciones,
sácalas adelante con tu gracioso auxilio,
que cada oración y obra nuestra comience
siempre por ti y a través de ti concluya felizmente. Amén.

Reflexión

A San Ignacio le costó mucho tiempo darse cuenta cuál es el sentido de la vida y descubrir para qué fuimos creados.

En la reflexión de hoy podemos pensar, como lo hiciera él en los Ejercicios Espirituales, que todos fuimos creados para alabar, honrar y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto, conseguir la salvación. Que todo lo creado está a nuestra disposición para alcanzar este fin.

Tenemos a nuestro alcance todas las cosas creadas, pero también tenemos la libertad de decidir el uso que les demos y el propósito con que las utilizaremos, tanto cuanto nos acerquen a Dios.

Pidamos hoy al Señor que nos conceda la gracia de conocer y poder expresar lo que necesitamos, pero también reconocer y elegir con completa honestidad lo que nos ayuda a lograr el fin con el que tú nos creaste.

Oración Final

Toma, Señor, y recibe,
toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento, y toda mi voluntad;
todo mi haber y poseer.
Tú me lo diste, a ti, Señor, lo devuelvo.
Todo es tuyo, dispón de todo, según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia, que esta me basta.
Amén



Mensaje para el Día del Padre

Hoy se hacen celebraciones y homenajes, todas muy importantes, pero tanto el día de la madre como el día del padre, nos hacen pensar en la Sagrada Familia y hoy, especialmente en José. Él, como esposo de María y patrono de la Iglesia Universal fue ejemplo de devoción, sabiduría y gracia.

Reciban todos los padres de las Comunidades Hispanas Ignacianas nuestro sentido homenaje. Ustedes, al igual que José, han sabido guiar a sus hijos y darles ejemplo de fortaleza y fe. También han sido quienes los han acompañado en su crecimiento tanto físico como espiritual.

Para aquellos que no pueden celebrar con su padre, porque se encuentra lejos o ya no está, reciban nuestras oraciones.

A todos ustedes, gracias por ser parte de nuestra comunidad.

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DACA

Hoy damos gracias a Dios por la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de no dejar que la administración presidencial termine con el programa DACA. Hemos sido testigos de la incertidumbre de muchas familias durante estos meses y de los efectos que esto ha tenido. Por eso, estamos agradecidos.

En especial, a nombre de todos los miembros de las Comunidades Hispanas Ignacianas, le damos las gracias a las parroquias jesuitas, párrocos, y sus miembros. Las parroquias ayudaron a un sinnúmero de personas a completar sus aplicaciones a DACA, a recaudar fondos para eso, y a acompañar a las familias que no sabían qué hacer. Muchas gracias.

Gracias, también, a la Oficina de Espiritualidad Ignaciana, y todo su staff. Con su apoyo y oración, las Comunidades Hispanas Ignacianas han florecido y han movido a hombres y mujeres a preguntarse cómo su fe les mueve a la acción.

Gracias, también, a los Provinciales Jesuitas, que desde el comienzo se han manifestado en favor del programa DACA y han estado en contacto con los legisladores. En particular, gracias a los Padres John Cecero S.J. y Robert Hassey S.J. de las Provincias del Noreste y de Maryland.

Gracias, también, a la Asociación de Universidades Jesuitas de los Estados Unidos, que siempre ha apoyado el programa DACA y motivado a universidades jesuitas a ayudar a jóvenes DACA a ingresar a esas casas de estudio.

Gracias, también, a la Red de Solidaridad Ignaciana (ISN), que ha movilizado a adultos y jóvenes de la familia ignaciana en defensa de DACA por los últimos años. La Red ha educado a miles de hombres y mujeres en la importancia de unir fe y justicia.

Queda mucho por hacer. Hay que continuar luchando por proteger no sólo a los beneficiarios DACA, sino a sus familias. Tampoco tenemos que olvidarnos de aquellos que están buscando asilo y han encontrado las puertas cerradas en nuestras fronteras.

Nuestra fe es una fe en acción. Nuestro camino ignaciano es un camino de justicia. Como familia ignaciana, días como este son un recordatorio que como cuerpo en comunión con Jesucristo somos capaces de hacer grandes cosas, de vivir el “magis” en la búsqueda y construcción del Reino de Dios.

Que Dios nos bendiga,

Carlos Aedo (Director de Ministerios Hispanos) y Zandra Schiemann (Coordinadora de Programas Hispanos)

EN TODO AMAR Y SERVIR

Un Mensaje para las Comunidades Hispanas Ignacianas

Estimados Amigos y Amigas,

En estos momentos en donde todo parece estar convulsionado y que, por encima del virus, se presentan el horror de la muerte de George Floyd a manos de un policia mientras pedía poder respirar y las consecuentes manifestaciones de rechazo, el sentido de nuestra fe cobra mayor significado.  Hay que reconocer que la podemos y debemos usar para luchar por nuestros derechos y los de nuestros hermanos que sufren y son violentados.

Debemos pensar que nuestra misión como laicos y laicas es ser testigos del Reino y protagonistas activos. La fe exige que haya justicia y el creer en Jesús es creer en los principios que Él mismo nos anunció y vivirlos sin indiferencia. 

Los invitamos a cada uno a reflexionar y poner su fe en acción. Que podamos ser capaces de descubrir cómo podemos promocionar la paz y trabajar por la justicia social y racial

Desde el libro del Génesis, Dios en un lenguaje sencillo, nos invita a reconocer que los odios y las guerras no tienen sentido pues todos somos iguales ante sus ojos.

Dios nos invita, también, a que no nos quedemos callados, que asumamos valientemente y nos comprometamos en el servicio de la fe y la promoción de la justicia.  Que esta fe va de la mano con la justicia y que debemos luchar junto a nuestros hermanos por la defensa de los derechos humanos, de la vida y la dignidad de las personas.

Ante tanta tristeza y dolor que estamos sintiendo, ¿cómo evitamos no perder la esperanza?

Lo primero es no apartarnos de la realidad, no mirar hacia otro lado y como cristianos, aceptar que también es responsabilidad nuestra y lo segundo, reconocer que la esperanza, al ser una de las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), proviene de Dios mismo y también que nos lleva directamente a Él.

Que el Señor llene nuestros corazones de amor, que podamos sanar nuestras heridas, las de nuestros hermanos y las de nuestro país.

Dios nos proteja a todos.

Carlos Aedo y Zandra Schiemann
www.ComunidadesIgnacianas.org

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